<<¡Hola! ¡Hola! Chiquillos y chiquillas, piccollinos y piccollinas sean bienvenidos a su canal donde como dice el título de este episodio y ya lo habíamos adelantado antes, que hablaríamos del Siglo XX en el teatro de los muñecos y representaciones animadas en la mayor de las antillas.
... Y sin más comentarios dentro audio... (Sonido de upgrade de Super Mario Bros)
En muchas
bibliografías podrán encontrar reseñas que dicen que esta rama de la cultura es muy joven dentro de Cuba, pero la
verdad es que no y los anteriores episodios nos sirven como evidencia de ello. Ahora
bien, que obtuvo mayor reconocimiento y se volvió un arte profesional en el siglo veinte es una verdad
reveladora e irrefutable y en eso no existe contradicción alguna. Lo que tenemos que tener
claro es que el sabor amargo se nos hará más pronunciado a medida que avancemos
en esta cena artística.
En este
siglo pasó de ser una práctica de bufa y divertimento relacionaado a los infantes,
fiestas y ferias locales a formar parte del catátogo profesional cultural cubano. Con la visita en la década
de los 30 del teatro itaiano “Teatro dei Piccolli” directoriada por el actor
Vittorio Podreca, que dejó muy buena impresión entre los artistas y las
personas que se dedicaban hacer teatro.
Esa visita resultó ser el despertar que se necesitaba para el gremio de la máscara triste y la alegre, muchos grupos de teatro en la década de los 40 comenzaron a incorporar a los títeres y muñecones dentro de sus repertorios. También este momento marcó una temporada importante dentro de las tablas cubanas y nos posicionó en el mundo como uno de los países con una de las mejores puestas en escena, que alternaban entre el títere y los actores de manera magistral; adémas se dejó claro que éramos un país abierto a las corriente modernas dentro del arte.
En el
ocaso de esta década nació un mitológico personaje llamado Pelusín del Monte, aunque en este momento no abundaremos en su historia dió lugar al advenimiento de los hermanos Camejos. Caridad y José Camejo, mejor conocidos como Carucha y Pepe. Hablé de Pelusín porque Caridad o Carucha fue la primera manejadora de esta marioneta quién lo lanzó a la fama.
Los Camejos son en sí los padres del títere
profesional en Cuba, pero he de decir que también su luz y oscuridad. Esa oscuridad no viene de nada inusual, sino que sufrieron de muchos escollos que opacaron su carrera artística. Pero esto no detuvo su crecimiento y solidificación en años
posteriores y en el año 1959 con el Triunfo de la Revolución de Fidel Castro
desarrollaron más el Guiñol, por estas razones no se debe perder la segunda parte para que conozca todo con respecto a este tema.
Hasta aquí esta primera parte sobre el siglo xx
en el teatro de títeres o guiñol cubano, pero no se desanime vuelva en el
proximo episodio donde hablaremos de la la fundación de esta rama y cuando
adoptó el nombre de guiñol, tambien como trato la naciente revolucion a esta
rama del arte y la cultura cubana.
Y como siempre digo: no deje de vuelver que eto esta cada vez más interesante y no se olvide de suscribirse, dar me gusta y compartir. Pero antes de despedirnos debemos aclarar una duda recurrente que tiene que ver con la suscripción, cuando usted busca la página sale el Nombre de Alegna Muro Manguela ahí pica el botón y visiblemente verá el "Follow o suscribirse" y ya listo. Ahora si les deseo que disfruten de cada episodio, le habló la negra cimarrona cubana desde confluencia cubana.
Descrpción del episodio:
Música: Epilogue (Silence)
Duración: 00:04:42
Narración: Alegna Muro Manguela
Tamaño: 4.2MB