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sábado, 15 de enero de 2022

El amor por el café cubano (Fotos+Vídeos+Podcast)


  

Si hay algo que a los cubanos realmente nos gusta, es el café, muy pocos cubiches son los valientes que pueden afirmar que nos les gusta esta bebida de los dioses negros, otra manera que en Cuba se le nombra al café. En cada casa existen actos ceremoniales a la hora de degustar un sorbito de café, incluso si eres una visita ocupas un nivel determinado en esta ceremonia protocolar, que incluye cómo se le ofrece y en qué taza se le brinda a las visitas. Es muy gracioso porque todos lo sabemos, pero nadie se atreve a hablar de ello. Y aunque sé que aún es temprano para que se lleven una idea de lo que les cuento, de aquí no se irán con esa duda. El ritual diario de los cubanos es muy simple, todo comienza con café, hay un mito popular que dice: -(…) sino no tomas café por las mañanas tendrás un mal día, además te ganarás un buen dolor de cabeza (…)- al menos yo puedo asegurar que sí-. 

Unos de los primeros cafetales cubanos, pertenece al circuíto turístico cubano y Patrimonio de la UNESCO

Si aún no te convences, tengo que contarte que hasta canciones le han dedicado. Una que seguro conoces, dedicada a una negra esclava que vivió por allá por el siglo XIX, conocida como Mamá Inés: una mujer a quien le gustaban mucho las fiesta, el baile, la música, el jolgorio, y la fuma de Puros Habanos. Cuentan los que más cuentan que siempre tenía un puro criollisímo encendido en su boca. Y sólo se lo quitaba para tomar un buchito de café. Según, los que la conocieron comentaban que era una mujer con atributos muy agraciados, que alegraba el lugar donde estaba por su exceso de carisma y su risa sin paragón. La letra de la susodicha canción dice:

(...) Ay mamá Inés

Ay mamá Inés

Todo los negros tomamo café

Ay mamá Inés

Ay mamá Inés

Todo los negros tomamo café

Pero Belén, Belén, Belén

adonde anda tú metía

que en to Jesús María

yo te buscá y no te encontrá

!Ay  chico sí! (...)

 
Bola de Nieves interpretando "Mamá Inés"

Lo más gracioso de todo es que estoy segura de que quien conoce la canción leyó la letra tarareándola. Tranquilo, que nos pasa a todos. Tampoco pudiste sacar de tu mente al gran Bola de Nieve, que fue quien la dio a conocer. Ese swing característico del negro de Guanabacoa es insuperable, yo me he imaginado como Mamá Inés, y es que todas las cubanas tenemos un poco de ella dentro; sobre todo cuando se está de parranda y solo el café te devuelve el alma al cuerpo, también un buen sopón, pero hoy el café es nuestro invitado principal.

Que increíble la cultura cubana, que te hace hablar de una bebida y te obliga a rememorar canciones. Pero a decir verdad, no hubiéramos tenido esta delicia dentro de nuestro menú si no fuera por José Antonio Gelabert, un habanero que por el año 1748 lo importó desde Dominicana y lo llevó hasta las tierras del Wajay, ubicado en las afueras de La Habana.

Planta del café con sus frutos maduros (Topes de Collantes)

Aunque en un principio no obtuvo gran interés de parte de la sociedad, con el paso del tiempo y la inmigración de colonos franceses y sus esclavos que huían  de la Revolución Haitiana, aumentaron y mejoraron las plantaciones de café, y con ello creció la popularidad de la bebida. Las tierras más idóneas fueron las del oriente y centro (las que se encuentran en la zona de las lomas de Trinidad en Sancti Spíritus), luego se fue expandiendo por todo el país.

Tanta fue la aceptación del café que, entre tantos ejemplos que les puedo compartir, creo que el caso Inglaterra es el que refleja a plenitud el amor mundial al café caribeño. Porque, hubo que ponerle  límites a la ingesta del café, ya que, por cada inglés consumía alrededor de 30 tazas diarias, desatándose una ola de muerte por infartos, nunca antes vista. En Francia no fue muy diferente que digamos, ni en España. En Italia, y de los últmos ya sabemos lo amantes que son de esta bebida oscura, pues ellos inventaron un artefacto que cuela el café de cualquier variedad a la perfección. Este tipo de cafetera italiana tradicional es la que más se utiliza en las casas cubanas.

Con los años el café cubano y su popularidad ha llegado a lugares tan lejanos como Japón, quienes compran el mejor café que se produce en la isla, conocido como "Blue Mountain" cubano, que se cosecha en las lomas espirituanas y la Sierra Cristal en Holguín. Un tipo de café que desde hace años se compara la calidad de su grano con el jamaicano, exquisito igual.


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